La banda de los hermanos Good, Dallas y Travis a las guitarras, junto a Sean
Dean a la batería y Mike Belitsky al contrabajo volvieron a incendiar una
abarrotada la sala el Sol, en esta ocasión para presentar su último disco
"Norther passages" cuyas canciones nutrieron buena parte del
repertorio.
Las arrolladoras guitarras ruidosas de "Another season again" o
" There are no wood" junto a las sedosas guitarras templadas de
"Riverwiev fog" o "Through strange eyes" y es que los
canadienses ofrecieron una excitante coctelera de sonidos que incluyeron desde
el muy personal surf, country o espagueti western al no menos característico
garaje y psicodelia en su versión más pop o rock. Ramalazos del hilbylly y bluegrass
con el violín como protagonista se unieron a la fiesta... aceleraron y
desaceleraron a su antojo como en una montaña rusa de sonidos y color,
dominaron el escenario y el tempo sin despeinarse... lo hicieron fácil... y
divertido.
Repasaron buena parte de su repertorio de los últimos años: "The first
five minutes", "Another you agaim o "Anne Leigh" entre las
más reconocibles y no escatimaron en canciones, alrededor de la treintena en
casi dos horas de actuación con dos bises sin apenas cortes... rápido, rápido y
con sorpresas como la versión de Love "A house is not a motel".
Abrió el conciertos Dani Llamas, el que fuera lider de la banda punk-rock G.A.S. Drummer, en solitario desde hace u ntiempo, ofreción un buen puñado de melodías en acústico perfectas para entonar la noche.
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