Con cuentagotas, en este caso seis canciones, aporta en este "Medalla de otro", nuevas paradas en ese viaje sonoro que conecta la cadencia meridional con las músicas de referencia de los noventa. El granadino sale de su zona de confort, avanza y sorprende.
Sorprende encontrar nada más comenzar el disco "No es el fin" un riff de guitarra que se va repitiendo, de inspiración stoniana, pero de los stones de Manchester, los efímeros The Stone Roses y su "She bangs the drums" al que parece hacer algo más que un guiño... un homenaje.
Sorprende también en "Dos telediarios" donde Manu de desata con una base rítmica progresiva y contundente que provoca un estallidos de guitarras psicodélicas... y en "Lo rápido y lo lento" con unos arreglos cósmicos y las guitarras en el mismo viaje lisérgicos.
Cambian los protagonistas. La eléctrica se impone a la acústica y dominan los cambios de ritmos, pero en esencia siguen imponiéndose las canciones... con esa forma de contar lo cotidiano en un curioso contrapunto entre la esperanza y la desesperanza.
