Deuda saldada con la historia del rock de este país, ya que una de sus
bandas más influyentes del periodo de la llamada Transición política tiene al
fin una más que digna... excepcional biografía. Rompieron en su momentos y
tras su separación se convirtieron enseguida en una banda de culto que se
magnifica según pasan las generaciones... en los institutos de secundaria
actuales las camisetas de Leño rivalizan con las de Iron Madien y AC/DC.
No podían haber sido otros, "Los Kikes", Babas y Turrón
incombustibles periodistas de calle, callejón y alcantarilla que trabajan con
rudimentos primarios pero eficaces como son el instinto han puesto por fin a
Leño en el lugar que les corresponde.
Un trabajo excelente en su presentación, muy cuidado en cuanto a aporte de
imágenes, documentación, letras de canciones datos de discos...y contada sobre
todo de una forma original. Se olvidan de la narrativa para ofrecer
directamente los testimonios que han ido recopilando de entre más de cien
personas (la gente que les rodeaba entonces junto a otros que los vieron en
directo en su adolescencia y que ahora forman parte de la escena de la música,
periodismo...), principalmente los protagonistas claro, con Rosendo reflexivo
como siempre, Ramiro locuaz y Tony con chispa. Biografía oral y directa que han
tenido que ir organizando como si de un inacabable puzzle de mil piezas se
tratara pero que resulta esclarecedor pues las dudas de unos se resuelven con
la memoria más fresca de otras. Al final todo encaja... menos saber cual fue el
primer concierto y el último que hasta para eso fueron Leño originales.
La historia de la banda no se entiende sin el contexto en el que
transitaron 1978-1982. Tierra de nadie, rompiendo con los últimos cantautores
comprometidos del fin del franquismo y la transición y arrasados por la movida
de la nueva democracia de los años 90. Leño evoluciona en paralelo al país, y
así se explica su corta existencia, pues los actores principales de los cambios
de régimen, ya sean políticos o artistas no suelen sobrevivir una vez
estabilizados los cambios. Leño era una de las bandas que tenían que estar en
ese breve espacio de tiempo.
Sufren querer ser músicos en un país donde no hay equipos de luces y
sonidos, estudios, productores... ni carreteras en condiciones todavía...
sufren lo que hay sellos discográficos del Antiguo Régimen que no entienden
nada, sólo beneficiarse de la situación favorable. Leño crece y evoluciona a
base de improvisación y aunque no estaban solos, el llamado Rock Mesetario que
daría posterior nombre al Rock Urbano: Ñu, Asfalto, Topo, Coz, Cucharada... Barón
Rojo y Obús algo después cada uno iba por su lado y primaba de igual manera la
competitividad que la solidaridad. Todo eso hace mella y desgasta, sobre todo a
Rosendo que sufre cargar con el peso del trío como compositor de letras,
cantante... consiguen finalmente el reconocimiento debido a su lucha pero... paradójicamente
tras al disolución del trío.
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