16 marzo 2013

THE DELTA SAINTS - Death letter jubilee (Dixie Frog)

Esperadísimo primer larga duración de este quinteto originario de las entrañas más  profundidades del interior norteamericano, concretamente de Nashville-Tennessee, así que ya nos vamos haciendo una idea de lo que nos vamos a encontrar. Esperadísimo porque con tan solo un par de Eps y una gira europea, han conseguido despertar la atención de la comunidad rockera. Sus directos potentes y arrolladores les avalan y el boca a boca ha hecho el resto... la pólvora se extiende por el Viejo Continente prendiendo con fuerza en nuestras templadas latitudes.

Es este un disco que bebe de las fuentes clásicas, de las raíces, para a partir de ahí adoptar sus formas menos ortodoxas. Desde el rock sureño de tintes soulero hasta el blues más oscuro y potente. Entre ambos, rock setentero, algo de folk, algo de gospel, progresiones de guitarras potentes... sonidos que van de Nueva Orleans a Chicago. 

El disco comienza con "Liar" y enseguida reconocemos la voz ruda y rugosa de Ben Ringel que no dejará de ser protagonista durante los cuarenta minutos de duración del disco. También se presentan en dosis pequeñas aún, las armónicas y coros que acumularan presencia en cortes posteriores. En "Chicago" dichas armónicas se arrastran pesadamente en un blues oscuro y sudoroso. Es en la canción que da título al disco "Death letter jublee" donde los instrumentos crecen, con una armónica trotona y diabólica, unas guitarras que se aceleran, a la vez que  la voz y los coros se desparraman en una alegoría gospel que va cediendo terreno a ritmos muy rockeros  Algo similar ocurre en "Boggie" otra fiesta en la que se particularizan aires funkies que también aparecen n "The devil creek"

El lado oscuro aparece en canciones como "Jezzabel" con un sonido acústico y denso, y en "Out to sea" aunque en esta la acústica tira hacia el folk y aparecen además de los coros, bonitos arreglos de viento como también ocurre en "River". "Old man" se arrastra por la ciénaga hasta salir de ella par adentrarse en un estallido de folk entre la el establo y la taberna. "Sing to me", Drink it slow" y Jericho suenan frescas pues a la rotundidad de sus ritmos se imponen los coros femeninos y las armónicas.

Muchas referencias bíblicas en letras y titulo de canciones, que denotan conflictos entre el bien y el mal el cielo y el infierno... el blues como eterno elemento diabólico que dinamita las tradiciones de la purista sociedad rural de donde provienen, en una mezcla explosiva de blues, soul, folk, funk, gospel en sus versiones más oscuras pero potentes.

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