Primer disco de este trío berlinés que hunde sus raíces en el krautrock de
los setenta y que, más acostumbrado a improvisar actuaciones callejeras
(parques, metros, pasos a nivel...) que a pisar estudios de grabación, se
deciden tras muchos años tocando juntos a editar su primer disco.
Con un equipo básico de guitarra, batería y sintetizador es suficiente para
hacer lo que denominan "krautrock guerrilla" con tomas directas de
sonido para hacer que el estudio se parezca lo más posible a una de sus
actuaciones cotidianas al aire libre.
"E-Go" abre el disco de forma densa y oscura pero trepidante.
Contundente en su base rítmica, muy marcada, una guitarra que pasa fácil
del riff a la distorsión y unos sintetizadores que revolotean evasivos al
inicio... más concretos y orgánicos según evoluciona la canción. Esa densidad y
contundencia de ritmos se vuelve más luminosa y febril en "Ausland", donde
las teclas llegan a coquetear con el pop más ochentero.
Entre ambas canciones de corte progresivo se cuela "Villon"
que marca el paso lento, con una batería que suena destemplada y tribal
con teclados arabizantes y minimalistas. Los once minutos de "Lynch"
suenan a tregua tras la tórrida tormenta sónica y lo mismo parece que va a
ocurrir en "Utopia is" pero la canción en seguida progresa a la vez
que se van ensuciando las guitarras."RFDI" aún manteniendo los ritmos
habituales del disco, muestra su visión más experimental y evasiva y
"Soldat" combina la fuerza primitiva de los ritmos de batería con los
sonidos de guitarra más futuristas. Para finalizar "Morgen" en la que
los sonidos vuelven a meterse en si mismos y parecen aplacarse.
Casi una hora de duración para ocho canciones instrumentales que, aunque
marcadas con rotundas referencias rítmicas, los sintetizadores dejan hueco a la
imaginación y brillo desde la oscuridad.¡ Berlín siempre en vanguardia !
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