Tercer disco firmado conjuntamente por Stacey Earley y Mark Stuart desde que ya hace diez años esta feliz pareja decidiera unir sus vidas, tanto en lo sentimental como en lo artístico. Un disco que al igual que los anteriores es un reflejo de sus vidas.
Un nuevo capítulo autobiográfico que compartir con los cada vez más seguidores-familia, también aquí en España tras unos cuantos y entrañables conciertos. Stacey, hermana del agitador anti-Bush y reconocido cantante country Steve Earle, empezó a tocar cuando éste dejó olvidada una guitarra en alguna habitación cuando dejó la casa paterna. Años más tarde Stacey, tras un matrimonio fracasado, se refugia en casa de su hermano en Nashville donde pasa ratos en la concina cantando y rasgando la guitarra. Steve sorprendido de su voz le anima a colaborar con el en alguna de sus múltiples actuaciones.
Algún tiempo después comienza a tocar sola y a introducirse en el mundillo musical de Tennesse donde conocerá a Stuart, con el que permacerá unido hasta el momento. Canciones que hablan de padres y madres "When I walk alone", de amigos "The old watch", de lugares y ciudades pequeñas "Town square", del paso de las estaciones, del tiempo y de la vida desde una ventana "Up in Annie's room" o de conocer lo más profundo de las personas "Are you ready?".
Con dos guitarras y dos voces, puntualmente apoyados por arrreglos de piano, harmónica y bateria, se mueven por los habituales sonidos folk norteamericanos, aunque en este disco se abren nuevas vías: el gospel "The old gospel ship" o el ragtime de la citada "Are yoy Ready". Tampoco se olvidan del juego con la instrumental Walking with Travis (intuyo a riesgo de no acertar que como guiño a su hijo). "S&M Communion Bread" es pues el mundo de ambos del que como muestra os invitan a entrar en ella desde su web www.staceyearle.com sección "art gallery" especialmente.
S&M Communion Bread" que toma el nombre en homenaje a una fábrica de pan de su ciudad (de nuevo todo queda en casa) y como juego de palabras con sus iniciales (volved a la foto de la portada), nos muestra momentos excepcionales dentro de la sencillez como la ya citada "The old watch" que canta Mark al más puro estilo dylaniano y la sublime y emocionante "I don't have to run