Veterano de la escena
punk alicantina en los años 80’, lideró la banda Los Fiambres con los que editó
un único disco de culto ‘El lado oscuro del rock and roll’. Rock sucio con
ramalazos de garaje visceral cantado desde las entrañas por una voz que
denotaba una vida de excesos.
Sin noticias suyas durante mucho tiempo, hace cuatro años dio señales de vida con «Salmos del cable» su estreno discográfico en solitario, que es también el título de la canción que abre su nuevo trabajo. Un setentero rock crudo (con saxo incluido) entre la glamurosa americana de plástico y la desgastada chupa vaquera… bingo, entre The New York Dolls y Burning… sin perder ese espíritu punk original de tinte oscuro «No soy humano» o en el apresurado rockabilly «Vende tu alma».
Arrebatos de urgencia punk con emocionantes letras desde las
alcantarillas de la pulsión cotidiana y escabrosa en canciones rudas de
guitarras cortantes, las que aporta el Goma (La Broma de Satán) que junto a la
poco ortodoxa voz de Rober crean un curioso tándem que funciona, aunque por
momentos parece que la voz vaya a quebrar. Saxo y teclados suenas viscosos en
la acelerada y desbordante «El vals de la lata».