Comic sin palabras que muestra un paisaje desolado por los desastres naturales (inundaciones, incendios, naufragios…) y humanos: apocalipsis urbano e industrial…)
Una narración en la que se desordena el espacio y tiempo en un viaje en el que se enredan oriente y occidente y se enmarañan los periodos de la historia al margen de la disciplina cronológica: Prehistoria, Edad Media o Contemporánea se alternan caóticamente en una historia muda… no hay palabra, en el que un hombre transita por dichos espacios y tiempos deshaciéndose literalmente, mientras observa… busca… encuentra… piensa…
Presentado en formato apaisado funcionan además de en su conjunto como láminas de individual potencia y fuerza visual en expresivos colores y formas acentuadas por unas figuras humanas y animales que se alargan, retuercen y deforman al compás de las tragedias.
Con una reconocible e impactante relación con el arte a través de la historia… la obra es además una constante de referencias estilísticas que van desde las manieristas formas de El Juicio Final de Miguel Ángel o las disociaciones cielo-tierra de El Greco, hasta el pop art de Richard Hamilton o el mundo Dysney, pasando por Otto Dix y Delacroix incluso en una misma escena.
Fantástica obra… tanto en lo formal como en el poso reflexivo provocado por una acción trepidante que se desborda… sin palabras.