Máxima expectación y todo vendido, había ganas y tras dos horas de intensa brega en el escenario, no defraudaron. No se echaron en falta los teclados y con las guitarras a volumen considerable (tres guitarras en algunos momentos) y dejándose la piel y la garganta disfrutaron e hicieron disfrutar pisando el acelerador desde el comienzo con "It`s only money Tyrone" más acelerada que en la versión original aparecida en "Kids in Philly", disco que cumplía quince años y que aprovecharon para presentar de nuevo con la excusa de su reedición en vinilo. "Barstool boys", "Poin breeze"... sonaron crudas y con fuerza, sin más aditivos que la guitarra slide (menos audible cuando la el muro de guitarras crecía).
Picotearon entre un amplio y eficiente repertorio, tanto de sus inicios "Fever" o la electrizante "Fredooom park" justo antes del bis como de las más conocidas de su último periodo de actividad en directo (al menos en nuestro país) "Sooner or later" o "Santos de madera" que, a diferencia de la grabación original más pop, sonó rockera como nunca.
Baño de multitudes entre el público con "The dishwasher's dreams" y "Round eye blue" con los Bielanko acompañado únicamente con la armónica y la acústica y sin amplificación de voz subidos a en las barras del local. Trasmitieron energía e intensidad y acabaron por todo lo alto en el bis con una tormenta de ruido desbocado de guitarras en "Reservation girl". Abrumadores.