26 noviembre 2005

STACEY EARLE & MARK STUART - S&M Communion bread (Bittersweet Recordings)

Tercer disco firmado conjuntamente por Stacey Earley y Mark Stuart desde que ya hace diez años esta feliz pareja decidiera unir sus vidas, tanto en lo sentimental como en lo artístico. Un disco que al igual que los anteriores es un reflejo de sus vidas. 

Un nuevo capítulo autobiográfico que compartir con los cada vez más seguidores-familia, también aquí en España tras unos cuantos y entrañables conciertos. Stacey, hermana del agitador anti-Bush y reconocido cantante country Steve Earle, empezó a tocar cuando éste dejó olvidada una guitarra en alguna habitación cuando dejó la casa paterna. Años más tarde Stacey, tras un matrimonio fracasado, se refugia en casa de su hermano en Nashville donde pasa ratos en la concina cantando y rasgando la guitarra. Steve sorprendido de su voz le anima a colaborar con el en alguna de sus múltiples actuaciones. 

Algún tiempo después comienza a tocar sola y a introducirse en el mundillo musical de Tennesse donde conocerá a Stuart, con el que permacerá unido hasta el momento. Canciones que hablan de padres y madres "When I walk alone", de amigos "The old watch", de lugares y ciudades pequeñas "Town square", del paso de las estaciones, del tiempo y de la vida desde una ventana "Up in Annie's room" o de conocer lo más profundo de las personas "Are you ready?". 

Con dos guitarras y dos voces, puntualmente apoyados por arrreglos de piano, harmónica y bateria, se mueven por los habituales sonidos folk norteamericanos, aunque en este disco se abren nuevas vías: el gospel "The old gospel ship" o el ragtime de la citada "Are yoy Ready". Tampoco se olvidan del juego con la instrumental Walking with Travis (intuyo a riesgo de no acertar que como guiño a su hijo). "S&M Communion Bread" es pues el mundo de ambos del que como muestra os invitan a entrar en ella desde su web www.staceyearle.com sección "art gallery" especialmente. 

S&M Communion Bread" que toma el nombre en homenaje a una fábrica de pan de su ciudad (de nuevo todo queda en casa) y como juego de palabras con sus iniciales (volved a la foto de la portada), nos muestra momentos excepcionales dentro de la sencillez como la ya citada "The old watch" que canta Mark al más puro estilo dylaniano y la sublime y emocionante "I don't have to run

THE TEARS - KAISER CHIEF - CLOVIS (19-11-05) Aqualung - Madrid

Tercera semana de conciertos Wintercase, menos frio que en las citas anteriores, pero un ambiente bastante más desangelado tras anunciarse días antes la baja de "Kaiser Chief", al parecer un virus de hepatitis A se coló en el autobús de los británicos obligandoles a suspender la gira española. No hubo inclusiones de última hora por lo que el concierto quedó algo flojo de ambiente, aunque aun fueron muchos los devotos del duo Anderson-Butler.  

Caídas de cartel no impidieron que se mantuvieran los tempraneros y habituales horarios por lo que pensando, que empezaría más tarde, llegué con Clovis concluido y The Tears recién empezados. Una auténtica pena, pues tras haber visto anteriormente al dúo formado por Fino y Cristina (solo ayudados por una caja de ritmos), tocar las canciones de su nuevo y esperado disco "Respira" se presentaban aquí como única banda nacional del festival y con grupo al completo de guitarras, bajo, batería ... No faltarán oportunidades para verlos pronto, seguro. 

The Tears, con Brett Anderson y Bernard Butler de nuevo juntos, intentaron hacer olvidar su pasado, al menos en cuanto al repertorio de canciones en el que no se incluyó ninguna de Suede aunque ¡lógico! se hace evidente su presencia en el sonido de guitarras (Butler) y voz (Anderson). Muy buenos momentos cuando más sonaban las guitarras, bien en los medios tiempos y algo más previsibles, en las balada, aburridas incluso. Tocaron una canción nueva "Berlin" que delata que el proyecto sigue adelante. El carisma y la voz de Brett, menos épico que otras ocasiones, más templado, consiguió levantar los ánimos aunque me quedo con las guitaras de Bernard como lo más destacado de la noche.

19 noviembre 2005

EDUARDO HARO IBARS: Los pasos del caido - J. Benito Fernández (Anagrama)

Cuenta J. Benito Fernández que esta minuciosa y rigurosísima biografía, complementa la escrita por él mismo en 1999 sobre Leopoldo María Panero "El contorno del abismo" cerrando así el círculo de los poetas transgresores y malditos. Dos figuras que vivieron la literatura de forma diferente pero con el rasgo común de implicarse hasta hacer de ella una forma de vida al límite, uno desde la cordura, E. Haro Ibars, muerto, otro desde la locura L.M. Panero, sobreviviendo en los manicomios. 

Haro Ibars (1948-1988) a caballo entre la generación de poetas de la generación de postguerra (paso temporadas con V. Crémer en León) y la Movida de los 80' y coetáneo de los novísimos de los 60' hizo que su vida, más que su obra, fuera su legado literario. 

Durante las negras décadas de la España franquista (paso cuatro meses de cárcel tras aplicársele la ley de vagos y maleantes) fue ya en esos momentos pionero de casi todo: de las drogas (Romilar D, dormidina, y demás sustancias de venta en farmacia), de la homosexual (fundador del Frente Homosexual Accion Revolucionaria el era bisexual), de la automarginalidad por convencimiento y la provocación consciente y casi constante (lo mismo hacía el saludo franquista en conciertos de la universidad que cantaba la internacional en bares llenos de fascistas), de los freak castizos a la vez que impulsores de la modernidad... 

Hijo del recientemente fallecido periodista y crítico teatral Eduardo Haro Tecglen, pasó su adolescencia en el Tanger de los años 60' que aun era un protectorado internacional, refugio de beatnicks y literatos varios (Burrough, Bowles, ...) El contacto con este ambiente de libertad unido a sus inquietudes literarias (tempranas, desde niño lector empedernido y grafómano decáa su padre) y todo lo que tuviera que ver con el surrealismo, ocultismo y vampirismo entre otras obsesiones. 

Periodista (columnista de Triunfo cuando le dejan), ensayista ("Gay Rock" fue referencia para gente como Alaska o Gurruchaga), traductor (mediocre según el mismo de su idolatrado Lovecraft) poeta (disperso aunque elogiado y vilipendiado a la vez) siempre ligado a la música: letrista de la "Orquesta Mondragón", colaborador y mentor de unos jovencísimos Jaime Urrutia y Ferni Presas antes de "Gabinete Galigari" y cercano a "Burning" y a Fernando Márquez "El Zurdo" fue proclamada como el poeta de la Movida y aun cuando fue promotor de la modernidad, ya por entonces adelantándose de nuevo, proclamaba que aquello estaba ya muerto, asimilado por la máquina de poder. 

Ante la modernez (que no modernidad) inocua, centraría sus últimas energías en colaborar con publicaciones troskistas y la oposición a la OTAN cuando ya el alcohol, la heroína y el reciente sida le retiraron de la vida pública, como muchos de su generación que vivieron la vanguardía de forma voraz hasta la autodestrucción. 

Jugoso en anécdotas (escabrosas muchas pero contrastadas todas) sobre todo en el Madrid de los 80' frívolo y libertario en el que los excesos de una ya castigado Haro Ibars comenzaban a ser notorios, lo más interesante, por desconocido o remoto es la vida de esos freaks que en los 50' vivan al margen. Sorprende descubrir un Madrid oculto de gays y boites hasta el amanecer, drogas y excesos.

18 noviembre 2005

IAN BROWN - SUPERGRASS - I AM KLOOT (12-11-05) Aqualung - Madrid

Segunda de las frías noches Wintercase con un público que, a diferencia de la semana pasada, se presentaba esta vez dividido entre irreductibles fans del de Manchester por un lado y el trío de Oxford por otro. De este duelo saldrían mejor parados los seguidores de los segundos que, por número de personas, ambiente y entusiasmo demostraron que el orden de aparición de artistas no fue el más adecuado. 

 De primeras se presentó Ian Brown con dos clásicas de The Stones Roses que sonaron de forma anodina y sin emoción, sin los ritmos de bajo y batería originales estas buenas canciones vagan por la insustancialidad. Ni la entrega y ganas del público por la nostalgia hicieron que resultaran brillantes. Mal comienzo que no se enderezó con su repertorio propio. Apoyado en una banda contagiada del pasotismo de su cantante, en la que guitarra y samples se enmarañaban constantemente en un muro de sonido indescifrable, las percusiones se presentaban muy previsibles y la trompeta sonaba estridente. 

Nada ayudó en el empeño de su jefe por intentar actualizar o revitalizar el exprimido sonido Manchester en versión bailable. El baile, no surgía natural. Se mostró siempre arrogante aunque apático y con un repertorio de gestos desafiantes y repetitivos con la que solo encontró la complicidad de los muy fieles, en una sala en la que sus primera filas no estaban ya abarrotadas. Lo mejor, el cierre con "She bang the drums" de los Roses de nuevo, donde ¡ ahí si ! pudimos ver una banda sonando compacta y una voz menos lineal, pero fue el final y no hubo más.  

Minutos antes Supergrass nos había dejando con muy buenas sensaciones ofreciendo un extrarodinario concierto. Quien lo iba a decir, una de las bandas de la generación brit-pop que menos en serio se ha tratado, demostrando años después que están en un excelente estado de forma ¡ y mejorando con el tiempo ! mientras ese mismo tiempo sitúa en su sitio, el de la languidez y la mediocridad, a otras bandas de mayor, aunque efímero, renombre y glamour... 

...apareció Gaz Coombes sólo con su acústica, en un oscuro escenario iluminado por una gran luz blanca detrás. Hizo un par de canciones en el más puro estilo "americana" y se le fueron añadiendo músicos que siguieron la misma dinámica, casi media hora de actuación en acústico, lo suficiente para dejar con la boca abierta a todos y empezar a tocar, ya con las luces habituales, en eléctrico parte de los éxitos de sus discos anteriores "Grace", "Moving", "Richard III" y algunas de "Rouen to Rouen" disco que presentaban como "Tales of Endurance" y la que da nombre al disco. 

Guitarras bien conjuntadas con más o menos psicodelia y sonando altas junto a percusiones variadas, tribales a veces circenses otras, que junto a la batería complementaban a la perfección el sonido final, creando momentos de auténtica emoción. Dominaron el sonido de sus instrumentos y las composiciones a la perfección de ahí que tanto en acústico como en eléctrico resultaran eficaces. 

Abrieron el concierto I am Kloot, de los que apenas pude oír sus tres últimas canciones. Con un ambiente íntimo de luces y sonido sonaron muy bien con las acústicas en una balada y un medio tiempo. La próxima vez no habrá que perdérselos.

13 noviembre 2005

REFREE (8-11-05) Clamores - Madrid

Raül Fernández sigue alejándose de convencionalismos musicales, no sólo con un tercer disco personalísimo y atemporal como es "La Matrona" (dificultad para encontrar paralelismos actuales), sino también a la hora de presentarlas, eligiendo una sala fuera del circuito habitual de conciertos en Madrid. 

Clamores, con la gente sentada en mesas de cafe-teatro, tiene un piano de cola ideal para las canciones de Refree y se antepone esto a un más que probable número mayor de público en cualquier otra sala. Por otro lado, es un lujo disfrutar de estas canciones con la complicidad que da la cercanía de los músicos y el ambiente de máxima atención a las mismas sin la, cada vez más habitual, banda sonora de murmuradores de fondo en los conciertos. 

 Se complementaron bastante bien las canciones más vitales de su últmo disco, alegres a veces, con las de su anterior y exitoso "Nones" más melancólicas. No interpretaron ninguna de su primer disco "Quitamiedos", alternándose pasajes de cadencia emotiva con algún que otro ramalazo de éxtasis sónico en el final de algunas canciones. Hubo momentos en que los pies se mordían los zapatos por desatarse de la silla y moverse, mostrando Räul una alegría intima del que se sabe con un tímido "as" en la manga. 

Bien arropado por sus músicos habituales: bajo sobrio y preciso, batería con toques jazzisticos y piano-acordeón cálidos y muy presentes, facilitaron el recorrido por sus habituales sonidos arrabaleros, mediterráneos y últimamente experimentales de estructuras rotas.

06 noviembre 2005

TEENAGE FANCLUB - THE GO-BETWEENS - THE DELAYS (2-11-05) Aqualung - Madrid

Primero de los conciertos Wintercase que durante cuatro semanas nos ocupará las noches, más bien tardes (ya somos europeos hasta en el rock) de este frío mes de noviembre junto a un triste Manzanares de obras faraónico-gallardónicas. Inmejorables Teenage Fanclub, no decepcionaron e hicieron lo de siempre, algo que dicho así en cualquier banda pudiera ser visto como repetitivo y si´íntoma de estancamiento, no lo es para los de Glasgow. 

Realmente y aun cuando se supone venían con nuevo disco "Man made" editado este mismo año, nadie de los allí presentes esperaban escuchar algo más de tres o cuatro canciones nuevas, como así fue. La placidez que irradia la banda, con un Norman Blake siempre sonriente y la complicidad de los ya muchos fieles hace posible el éxito sin necesidad de salirse del guión. 

Repaso democrático por toda su discografía con momentos de energética emoción sobre todo al atacar canciones de sus clásicos "Banwagonesque", "Thirteen" o "Grand Prix" y también reparto equitativo a la hora de adoptar protagonismo sus miembros. Melodías aceleradas y más pausadas cuando la ocasión lo requiere todo y con guitarras y coros como protagonistas siempre, destacando sobre todo esos medios tiempos que tantas veces se convierten en explosivos guitarreos según avanza la canción. Ni las ganas de más, siempre parece escaso el tiempo con esta banda, ni el frio a la salida consigue quitarte la sonrisa después de conciertos como este. 

Un rato antes actuaron The Go-Betweens, de los que podríamos decir lo mismo que de los anteriores, por repertorio y actitud son bandas que en directo enganchan público nuevo, tanto los escoceses como los australianos son grupos ideales para llevarte de concierto a los colegas no iniciados ¡ que los había ! con total seguridad de no ser sometido a escarnio. No fallan y el cartel conjunto quizás iba por ahí. 

El dúo formado por Robert Forster y Grant McLennan repaso los clásicos de su discografía alternándolos con las canciones de su último y buen disco "Oceans apart", consiguiendo así mantener un alto nivel durante la hora escasa de actuación. Acústicas en ristre, subieron el listón con las canciones más "trotonas" mezcladas con ese aire de romanticismo sutil y pop atemporal de melodías impredecibles por momentos. 

Abrieron la noche The Delays. Los de Southampton presentaban su primer disco "Faded seaside glamour" del que un buen par de canciones no fueron suficientes en una actuación algo excesiva. Teclados saturados, voz impostada demasiado antinatural y exceso de épica post brit-pop y glamour. Mejor cuando Greg Gilbert se despreocupó de la voz y su guitarra se impuso al sonido de su hermano Aaron en las teclas.